Manuel Diaz Lujan - Tejina Pueblo y Parroquia
Contaba don Valentín que allá en su pueblo natal de Candelaria,adquirieron en los primeros años de este siglo, con destino a la Parroquia de Santa Ana, un Crucificado esculpido en un prestigioso taller de Las Palmas de Gran Canaria. La noticia de su llegada al templo atrajo aquella mañana un gran número de vecinos, en su mayoría ancianos, que se dieron cita en la iglesia candelariera llevados en su mayor parte por la novelería, para presenciar las maniobras de desembalaje. El trabajo fue arduo, y cuando, tras grandes esfuerzos del párroco y los acólitos, la imagen quedó libre de envoltorios, pudo comprobarse que era en verdad magnífica en todos los aspectos. Por eso el cura, extasiado ante el Cristo, se deshacía en elogios respecto a su realismo, su belleza y la piedad que motivaba, en contraste con la actitud de los espectadores ocasionales que permanecían mudos, inexpresivos y con la mirada perdida, como sí no compartieran los sentimientos ni la satisfacción del párroco. Ver la
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